Regulación como señal de fracaso del sistema
Ayer hubo un terremoto mediático con la noticia de la intención del Ministerio de Hacienda de regular la actividad de financiación colectiva (o crowdfunding, en inglés). Algunas plataformas como Lánzanos ya han reaccionado al respecto. La información, por el momento, es bastante confusa, pero se han filtrado algunos datos: los proyectos no podrán pedir más de un millón de euros, cada ‘mecenas’ no podrá gastarse más de 3.000 euros en un solo proyecto ni más de 6.000 en un año o que las plataformas tendrán que estar controladas por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Esta mañana, Juan Macías escribía un artículo haciendo una reflexión en positivo, planteando algunos motivos para aplicarlo. Léanlo, tiene razón en varias cosas. Por ejemplo, en la necesidad de que los promotores de estos proyectos estén “válidamente constituidos en España”. Sin embargo, otros puntos que siguen sin estar claros, los he comentado con Juan Macías por Twitter. Juan aplica su razonamiento a Kickstarter, la plataforma de financiación colectiva de mayor éxito en Internet, donde explica que el volumen de fraude (tanto de inversores como de invertidos) es creciente. En mi opinión, antes de regular convendría valorar cuánta actividad de financiación puede ser considerada […]