Planificar, recopilar, simplificar… y defender tu concentración
Recopilas información, la procesas, la organizas, la revisas. Te parece bien, pero podría estar mejor. Recopilas más información, la procesas de nuevo, la vuelves a organizar y a revisar. ¿Hasta cuándo? Mucho más importante que decidir qué hacer, es cómo y cuándo lo haces. Me pasa como a Berto Pena: desde pequeño fui un pequeño desastre organizativo. El perfeccionismo, la indecisión, el exceso de análisis, la falta de planificación o, simplemente, la tendencia a dejar las cosas para más tarde sólo te llevan a desaprovechar las buenas oportunidades. Actuar en el momento preciso es la clave. La experiencia es, sin duda, una buena aliada de la gestión personal eficaz. He aprendido que ser “organizado” no tiene nada que ver con ser un maniático o meticuloso, tiene más que ver con seguir un método sencillo que te haga la vida y el trabajo más sencillos. Si sabes lo que vas a hacer a continuación, no tendrás que perder tiempo pensando en ello. En mi caso, me ayuda mucho planificar con antelación todas mis tareas (aplicando algo de GTD que todavía tengo que desarrollar más), a recopilar tareas de forma adecuada (Evernote, por ejemplo, es un gran herramienta para esto) y, sobre todo, a simplificar. […]