Category: Productividad

La transición del proyecto al producto

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Siguiendo con la conversación que tuve con José Miguel Bolívar sobre la relativa importancia de planificar, me decía en un comentario: Estoy 100% de acuerdo contigo. Por abreviar, no explicité algo que para nosotros es obvio: existen proyectos «evidentes» y «no evidentes». Los proyectos «evidentes» son los que tú asocias a problemas conocidos. Nosotros, en el caso de los proyectos «evidentes», vamos incluso un paso más allá: industrialízalo!! Para un proyecto evidente, que se plantea de forma más o menos regular, lo más eficiente es contar con una «plantilla maestra de proyecto» que se pueda adaptar a las pequeñas variaciones de ese proyecto. Pero ojo, aquí hablamos de proyectos que «sabemos» cómo son porque ya lo hemos hecho con anterioridad o porque no hay margen para la sorpresa. Planificar cuando «sabes» es eficiente; planificar cuando «crees saber» es perder el tiempo. Una puntualización interesante ese concepto de “industrializar”. Como autónomo profesional independiente, a veces te encuentras en una rueda de hámster asociada con los proyectos/servicios que ofreces. Básicamente, vendes tu tiempo por una tarifa (horaria, por hitos o por proyecto). Cuando trabajas por proyectos, a veces tienes la sensación de círculo vicioso: no puedes plantearte nuevos proyectos porque los actuales […]

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Terminar lo que se empieza, como principio

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Hace unas semanas estuve en una charla de Alfonso Alcántara dentro del ciclo “Entrénate para liderar”. Durante la charla, Alfonso contó una anécdota curiosa. Charlando con una responsable de RR.HH., le planteaba cuál era la competencia que más valoraba al contratar a un empleado. Cualquier director con la lección bien aprendida en un MBA respondería “de manual”. Liderazgo, comunicación, planificación o iniciativa. Ella respondió algo más potente: “la capacidad de terminar lo que se empieza”.   Buscando excusas para no terminar lo que se empieza Hemos hablado varias veces por aquí de nuestra obsesión por la productividad. La productividad no implica hacer más cosas, sino aprender a trabajar mejor. Entre otras cosas, se trata de terminar lo que se empieza. Pero constantemente buscamos excusas para no terminar lo que empezamos. Lo disfrazamos de falta de interés, pero es simplemente falta de constancia. Las personas exitosas se distinguen por terminar cada tarea que empiezan, aunque no les agrade. Successful people finish shit, dicen los americanos. Personalmente, sólo me funciona centrarme en algo hasta que lo termino. Soy nefasto cambiando de una tarea a otra. Los días que tengo varios temas abiertos parece que no avanzo nada. Así que la mejor opción suele ser centrarme en […]

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Para mejorar la eficacia, céntrate en evaluar resultados

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Casi nadie pone en entredicho que, en un entorno global cada más más exigente, las empresas necesitan ser cada vez más competitivas y mejorar su productividad para poder competir en el mercado. Y para ser más competitivos es necesario innovar, bien utilizando las Nuevas Tecnologías, invirtiendo en nuevos procesos, bienes y servicios, pero también gestionando y reorganizando sus recursos humanos y sus modelos de gestión hacia modelos más centrados en la persona. La empresa española pierde, en general, competitividad en comparación con otros países por algunas causas como la escasa planificación, la obsolescencia de las aplicaciones corporativas, la insuficiente calidad de la gestión, la falta de alineamiento entre oferta y demanda de conocimientos o la escasa supervisión del trabajo. Mi impresión es que pasamos por alto que la productividad se puede mejorar muchísimo con cuestiones mucho más básicas: no se trata de producir más en menos tiempo, sino de aprender a trabajar. Para mejorar la eficacia, debemos centrarnos en evaluar resultados. En primer lugar, tener objetivos claros es fundamental para conseguir resultados. Cuando tengo dudas, lo mejor es releerlos y escribirlos de nuevo si algo no está suficientemente bien definido. Segundo, priorizar por encima de todo. Siempre hay un 20% de las tareas […]

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Gestión por valores y deporte profesional: mundos opuestos

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Esta semana nos enterábamos de la denuncia de varias nadadoras sobre las supuestas malas formas de Anna Tarrés, la ex seleccionadora española de natación sincronizada. A colación de esta noticia, Daniel Cuñado ha defendido (desde una perspectiva algo idealista) la cultura de los principios frente a la cultura del éxito, y si tiene sentido primar el resultado por encima de cómo se consiga. La cuestión es interesante desde el punto de vista humano: ¿hasta dónde debemos llegar para conseguir nuestros objetivos? ¿Están los récords y los mejores tiempos por encima de las personas? Seguro que el 99% decimos que no, en una encuesta rápida. Por supuesto, detesto esas actitudes vejatorias pero, ¿la responsabilidad es exclusiva de ella como entrenadora o de un sistema que está establecido como “una industria de la hipercompetitividad”? Todo en el deporte profesional está sesgado por una motivación: la de ganar a cualquier precio. Nos guste o no, el deporte (como la empresa) están montados de esta manera. El deportista de élite sabe que para triunfar debe llegar al límite y esto, evidentemente está reñido con la salud del deportista. Es curioso que defendamos la educación física y el deporte como base de una educación y formación de […]

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Planificar, recopilar, simplificar… y defender tu concentración

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Recopilas información, la procesas, la organizas, la revisas. Te parece bien, pero podría estar mejor. Recopilas más información, la procesas de nuevo, la vuelves a organizar y a revisar. ¿Hasta cuándo? Mucho más importante que decidir qué hacer, es cómo y cuándo lo haces. Me pasa como a Berto Pena: desde pequeño fui un pequeño desastre organizativo. El perfeccionismo, la indecisión, el exceso de análisis, la falta de planificación o, simplemente, la tendencia a dejar las cosas para más tarde sólo te llevan a desaprovechar las buenas oportunidades. Actuar en el momento preciso es la clave. La experiencia es, sin duda, una buena aliada de la gestión personal eficaz. He aprendido que ser “organizado” no tiene nada que ver con ser un maniático o meticuloso, tiene más que ver con seguir un método sencillo que te haga la vida y el trabajo más sencillos. Si sabes lo que vas a hacer a continuación, no tendrás que perder tiempo pensando en ello. En mi caso, me ayuda mucho planificar con antelación todas mis tareas (aplicando algo de GTD que todavía tengo que desarrollar más), a recopilar tareas de forma adecuada (Evernote, por ejemplo, es un gran herramienta para esto) y, sobre todo, a simplificar. […]

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