Identidad y anonimato

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Escribe Consultor Anónimo sobre el anonimato en Internet hablando de una columna de Edurne Uriarte. Yo mismo he firmado con seudónimo, pero eso no significa que sea un delincuente o sea de ínfima catadura moral: “

la desfachatez de ocultarse bajo un seudónimo, lo que da idea de su ralea, la de uno de tantos y tantos indeseables que se mueven libremente por la red y expelen sus exabruptos ante el regocijo general.”

Mi intención no es ocultarme, es fácil encontrar información sobre alguien en Google. Mi objetivo con este blog es opinar y, para ello, es irrelevante mi nombre. Evidentemente, no soy una personalidad pública, sino un ciudadano con todo el derecho a expresarme en el anonimato. Indeseables los hay en todas partes, y seguramente abundarán más en otros entornos. Internet permite democratizar la cultura, la expresión, el razonamiento. Por supuesto, no es perfecto: de vez en cuando aparece gente que se dedica a malmeter.

Y esto desde la convicción que en este tipo de foros también se puede acabar con el terrorismo, objetivo donde la Sra. Uriarte ha trabajado y trabaja con pasión y entereza.

3 comentarios

  1. Telémaco says:

    No Alfonso, no importa demasiado. Pero es tu decisión.

  2. Mario says:

    Caray, Telémaco, qué indiscreto eres!! ;-D jeje

    Alfonso, está claro que es tu decisión. Pero, sinceramente, ¿qué hay en un nombre? ¿Está la rosa en la palabra “rosa”? Es sólo una etiqueta, como podría ser otra cualquiera, más aún en un entorno como éste, donde todos podemos etiquetarnos y ser etiquetados de mil maneras. Todos hemos jugado con seudónimos con los que, curiosamente, a veces nos hemos sentido más a gusto que con nuestro “nombre real”, que por otro lado no elegimos, sino que nos impusieron. Si nuestra vida se desarrolla en distintos entornos, si desempeñamos distintos roles, si somos personas distintas para según qué personas, ¿qué problema hay en llamarnos de distinta manera en cada caso? De hecho en infinidad de culturas se asignaban dos o más nombres a las personas: el nombre auténtico, privado; el nombre público; el nombre formal, asociado a un cargo… Caray, es que me estoy dando cuenta de que todos deberíamos disponer de al menos dos o tres nombres para ir por la vida!!! jeje ;-)

  3. Telémaco says:

    Revisa tu perfil Technorati
    ;)

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