日本 – Primeras impresiones

6

Lunes 24 de Julio, 00:50 AM (+7)

Seis días en Japón permiten tener una opinión un poco más formada: este país es impresionante. Llegué a pensar que tenía idealizado a Japón, pero la realidad me está sorprendiendo y superando mis expectativas. Es un país lleno de contrastes: modernidad y tradición, rascacielos junto a templos budistas y sintoístas, monjes con vestido tradicional y la ropa más cara de marca para ir a la última moda. En Europa, ir a la moda es vestir como los demás. Aquí el concepto es completamente diferente: debes ser exclusivo, diferente, original. El metro de Tokyo es un gran lugar para percibirlo: hoy mismo he visto una chica con el cuerpo cubierto de calcomanías en el colmo de la diferenciación personal. La marca personal llevada al extremo.

Lo primero de todo, el viaje es realmente duro: vuelo de conexión a Amsterdam y enlace con Tokyo en un vuelo de 11 horas de duración. Mi primer viaje en Boeing 747-400. Pantallita individual de películas donde hice la frikada de ver “V de Vendetta” en japonés durante un rato. El vuelo impresiona por la espectacularidad de los paisajes. Ver el sol de medianoche sobre Finlandia, por ejemplo, sólo se oculta durante unos minutos. Sobrevolar la zona ártica de Siberia y poder observar sus interminables estepas desde el avión. Cuando llegas al mar de Japón ya sabes que queda poco para alcanzar tu destino. El viaje está siendo tranquilo, aunque esto de que llueva todos los días te rompe un poco los esquemas, pero lo peor es la humedad ambiental. Durante mi estancia en Kyoto, por fin conocí a Fer Martín (bautizado este encuentro como Kyoto Starbucks Talk), charlando sobre nuestros trabajos, nuestra visión de algunos temas como trabajar en Japón, de algunos enfoques para PMBA y otros proyectos de futuro que tengo que meditar todavía.

Algo que me ha sorprendido negativamente es que, al menos en nuestros hoteles (de tipo turista), las conexiones a Internet brillan por su ausencia. En nuestra estancia en Kyoto encontrar un Internet café fue realmente difícil y aquí en Tokyo, aunque sea la segunda ciudad del mundo por número de hotspots WiFi públicos lo máximo que he podido conseguir es un módem para conectarme con el portátil. Un hotel con 40 plantas que no tiene WiFi me parece inexplicable.

Bueno, os dejo que casi es la la una de la madrugada y mañana nos levantamos a las seis para ir a Tsukiji, la lonja de pescado más grande del mundo donde degustaremos el famoso maguro (atún). Mañana os cuento más.

6 comentarios

  1. Yo, que nunca había pensado en Japón como destino, como sabes, estoy encantado con tus descripciones. Así que sigue… pero sobre todo pásatelo muy bien. Un abrazo. Y a ver si a la vuelta salmueramos, sí señor.

  2. Charlie & Laura & Franky says:

    Te esperamos, a ti y a tus fotos, tus impresiones y comentarios… Para sentir que hemos estado también allí contigo ya que tu aquí con nosotros ya estas todos los días. Un besico.

  3. Perdona mi impertinencia, pero ¡Quiero ver esas fotos!
    Un abrazo

  4. Jordi Abad says:

    ¡Ya veo que estás disfrutando de lo lindo por tierras niponas!
    Ale, a seguir descubriendo cosas. Ya colgarás alguna foto ;)

    ¡Un saludo desde Barcelona!

  5. Emilio Gil says:

    Viva el “japón” serrano y las salmueras y queremos ver fotos

  6. Eduardo Paz says:

    Por favor, una foto con zoom a una de esas sopas de brote de soja y algas. :)