Debate ético y rotundidad

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Debate ético sobre refugiados

El asunto de la semana ha sido el debate ético alrededor de la publicación de la fotografía de un niño sirio ahogado en una playa de Turquía.

Hubo un aluvión de comentarios a favor y en contra de la publicación de la fotografía en los medios. Dejé mi opinión bastante clara en mi muro de Facebook:

“Les advertimos que son imágenes muy duras”… Imágenes de un niño muerto en TV y en mis redes sociales. No, no me parece necesario incluir esas imágenes, ni que los medios las difundan. Me dan rabia esas imágenes, pero nos escandalizamos por lo mismo que ignoramos a diario.
Podemos pensar que es la única forma de informar o concienciar a la gente de la gravedad del asunto. Pero (en mi opinión) no añaden nada, no generan opinión pública ni aportan contexto, solo morbo y sensacionalismo a golpe de clic o venta de ejemplares. Algo que olvidaremos en pocas horas, lamentablemente.
No son distintos de otros niños que ignoramos, llenos de moscas en Somalia, Eritrea o Ruanda. Y con la misma rabia que protestamos por esos niños despreciamos a sus padres, a los que ponemos vallas y concertinas, a los que disparamos para disuadirles, a los que no podemos acoger porque son “demasiados”.

Creo que la dignidad en la muerte de ese niño merece mucho más que remover algunas conciencias occidentales… o alimentar el ego de un director de periódico. Es una visión muy personal, claro. Sigo pensando que es amarillismo y, aunque no lo comparta, entiendo que otras personas lo vean diferente.

Tiene uno la impresión que ocurre con estos temas como con las campañas de tráfico. Se tiende a pensar que una campaña más impactante conciencia más, que correlaciona con reducir el número de muertos en la carretera. Los datos demuestran que son otros factores los que impactan más en ese objetivo.

Me gustaría dejarlo aquí. Sobre todo porque, dejando de lado nuestro debate ético y nuestros problemas del primer mundo, lo importante sigue siendo cómo resolver la situación de estos refugiados. Demasiada rotundidad desde el calor de nuestra vida acomodada. El mundo es demasiado complejo para permitirse el lujo de coleccionar afirmaciones categóricas. “Así contigo he de lograr, vivir aquí la eternidad, igual que tú yo sé soñar”, repite insistente Moustaki.

Créditos de la fotografía: IHH Humanitarian Relief Foundation, bajo licencia Creative Commons. (efectivamente, me permito la licencia de utilizar un foto de refugiados sirios sonrientes. Quiero pensar que les espera algo mejor que una playa donde morir ahogados.)

3 comentarios

  1. A colación, de acuerdo con esta reflexión de Antonio Rodilla: “lo cara que cuesta la solidaridad en cuanto deja de ser (solo un poco) puramente estética.” http://antoniorodilla.com/2015/09/02/que-hacer-ante-las-imagenes-violentas/

  2. […] “Demasiada rotundidad desde el calor de nuestra vida acomodada. El mundo es demasiado complejo para permitirse el lujo de coleccionar afirmaciones categóricas.” […]

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