Tagged: inteligencia emocional

Educar creativamente

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Un buen lector del blog nos pone sobre la pista de la conferencia de que impartió Ken Robinson en TED, hablando de innovación y educación. La entrada es ciertamente interesante porque aporta luz sobre el tema de la creatividad y su (falta de) aplicación en los esquemas educativos actuales. La primera idea es que el sistema educativo actual no está pensado para desarrollar la creatividad: If you think of it, the whole system of public education around the world is a protracted process of university entrance. And the consequence is that many highly talented, brilliant, creative people think they’re not, because the thing they were good at school wasn’t valued or was actually stigmatized. And I think we can’t afford to go on that way. La segunda idea es que, en todos los ámbitos de la vida, es lícito (e incluso sano) cometer errores. No hemos de tener miedo de cometerlos y tampoco castigarlos, porque son intrínsecos al proceso de aprendizaje e innovación. Nuestro sistema educativo castiga el error, por lo que estamos educando a gente que está fuera de sus capacidades creativas. La tercera y última lección aprendida es que debemos repensar el concepto de inteligencia, yendo más allá de la inteligencia académica. […]

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Educación emocional

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Me ha gustado el post “De la escuela a la vida adulta” de Eduard Punset, sobre la comprensión de la actividad social humana y la influencia de las emociones desde la infancia hasta la madurez. Punset establece tres hitos para una educación emocional en nuestro desarrollo como personas: La “negociación” madre-hijo fundamentada en el apego sentimental y que aporta la seguridad y autoestima que necesita para abordar con posibilidades de éxito el siguiente paso crucial. La ansiedad provocada por la separación de los padres al llegar a la escuela, y cómo el niño intenta replicar el entorno que le sirvió en la etapa anterior. El mundo real en la vida adulta. La conducta en esta etapa está muy determinada por las dos anteriores y eso determinará nuestra personalidad. Las personas que han alcanzado una madurez psicológica (y no sólo física), son las que saben gobernar sus sentimientos y relacionarse afectivamente con los sentimientos de los demás. Estos argumentos refuerzan considerablemente la idea de desarrollar y educar desde niños en competencias emocionales, puesto que las personas “inteligentes emocionalmente” disponen de una situación ventajosa en los diversos ámbitos de la vida, lo que se traduce en una mayor satisfacción consigo mismos y, además, […]

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Entrevistas de trabajo e inteligencia emocional

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El otro día, Seth Godin hablaba de entrevistas de trabajo y de cómo en una hora de entrevista es materialmente imposible conocer la valía de una persona. David Monreal comenta el artículo de Godin, aportando una solución: verlo trabajar en directo: “If they want to be in sales, go on a sales call with them. Not a trial run, but a real one. If they want to be a rabbi, have them give a sermon or visit a hospital.” El tema ya lo planteó Joel Spolsky en su magnífica guía de batalla para entrevistar: ¿ por qué para puestos de programador no se realizan prácticas de programación in situ ? Nada complicado, porque no es realmente importante la solución, sino el modo de resolver el problema. En estas tendencias sigo echando en falta una variable: la inteligencia emocional. En el camino hacia una personalidad profesional más exitosa, el control de las emociones ocupa un lugar primordial. Hay estudios recientes que dicen que muy por encima del coeficiente intelectual. La importancia que tienen las emociones en nuestra vida cotidiana es determinante, ya que marcan todas nuestras decisiones casi sin percatarnos. Sin embargo, hay que tener claro que controlar las emociones no significa […]

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Lecturas retrasadas sobre liderazgo emocional

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Hace ya días que me recomendaron la lectura del artículo “El arte del liderazgo esencial” de Cris Bolívar. Me lo recordó que estuve echándole un vistazo a “El líder resonante crea más” este fin de semana: la importancia del conocimiento de las emociones en nuestro propio rendimiento. Los líderes resonantes son personas capaces de despertar entusiasmo en sus colaboradores y movilizarlos donde se desee, encausando las emociones de cada individuo. Cuando las emociones se transmiten de forma positiva el funcionamiento del grupo alcanza cuotas muy elevadas y, en cambio, quienes se inclinan hacia el resentimiento y la ansiedad provocan desintegración. Lo mejor del artículo es que no dogmatiza sobre los aspectos del líder, sino que pretende ayudarnos a viajar del rol (personaje) a la persona (esencia), olvidar el rol (como algo fingido y superpuesto a uno mismo) para descubrir quiénes somos (la persona) y cuál es nuestro potencial de liderazgo esencial. ¿ Y cuáles son las claves del liderazgo esencial ? Incrementar el conocimiento sobre uno mismo Aprender a desaprender para descubrir y ampliar los verdaderos límites (¿ no es esto creatividad en estado puro ?) Vivenciar nuevas formas de relación (¿ los blogs como herramienta de desarrollo del liderazgo ?) […]

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Inteligencia emocional y cuidar la mente

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Un tema que trabajo es la aplicación de modelos de competencia.Son modelos que permitan a una organización identificar los conocimientos, habilidades y actitudes necesarias para tener éxito en tu puesto de trabajo. Y, por otro lado, ayuda a las personas desarrollarse para alcanzar las cotas que tanto la organización como él/ella se exigen. La inteligencia emocional forma parte de estos modelos que aplicamos. Según Daniel Goleman, su precursor, es “la capacidad para reconocer sentimientos en si mismo y en otros, siendo hábil para gerenciarlos al trabajar con otros”. El domingo, mientras veía como Zidane perdía los nervios con Materazzi, pensaba en esa inteligencia emocional. A Zidane no le faltan competencias personales asociadas a la inteligencia emocional: iniciativa, liderazgo, trabajo en equipo, orientación al logro, influencia, etc. Incluso es capaz de desarrollar a otros, haciendo su fútbol mucho mejor. Pero falla estrepitosamente en su autocontrol emocional: actúa impulsivamente en situaciones de estrés, no mantiene la compostura y el optimismo y canaliza esa frustración en agresividad evidente. Un buen ejemplo de lo que no debería ser. Como un mal jefe: pierde con facilidad el control de la situación y de sí mismo, generando un entorno laboral conflictivo y bajando el rendimiento de su […]

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