Una idea innovadora

Hay algo que me pone especialmente nervioso: ver los contenedores de reciclado rebosantes, sin que nadie parezca percatarse de ello.

Se están moviendo cosas en Zaragoza, es evidente. En temas de innovación podemos y debemos estar delante. Ahora que Zaragoza quiere estar en vanguardia del siglo XXI, no podemos ofrecer una imagen tan deplorable para nuestro turismo. Sobre todo, algo que influye a las infraestructuras básicas de la ciudad y que es un signo de desarrollo (sostenible). Propongo una idea: ¿por qué no utilizar sensores?

De esta forma, cuando el volumen de papel o plásticos alcance determinada altura puede mandar un aviso al centro de control de Ayuntamiento, de forma que puedan ser monitorizados de forma remota. Incluso utilizar tecnología Bluetooth para transferir información a dispositivos inalámbricos de mano, optimizando el trabajo de las brigadas municipales, aprovechando al máximo los recursos disponibles.

Por otro lado, podríamos aprovechar esa información para conocer cuáles son las zonas que más volumen de reciclado generan, aprendiendo de nuestra experiencia (vamos, un caso típico de inteligencia de negocio). Aprovechar la tecnología para convertirse en ciudad inteligente, beneficiando al ciudadano.