De ilusión y sueños, aproximaciones sucesivas

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Sueños

Últimamente me he cruzado con varias personas que aborrecen su trabajo. Y me he interesado por los motivos. Si escuchas un poco, una queja muy común es que no existe un proyecto ilusionante que les motive. Su trabajo carece de creatividad y de ilusión… El tema es bastante amplio. Pasaos por las estanterías de cualquier librería y veréis la cantidad de libros dedicados al tema de la motivación, la cantidad de conferencias y seminarios al respecto.

Ilusión. ¿Debemos ilusionarnos o deben ilusionarnos? Creo que la unión de ambos es necesaria. El problema es que, en muchas ocasiones, el día a día nos abruma y nos desborda, matando nuestra creatividad.

Visto bajo ese punto de vista, ¿ cuándo somos más creativos ? Quizá cuando somos niños. No importa que garbateemos una página en blanco o pisemos el cemento aún húmedo o nos disfracemos. No existe la vergüenza a dejar nuestra impronta en todo lo que hacemos. Por tanto: ¿qué tal si dejamos nuestra impronta creativa en todo lo que hacemos? ¿Qué podemos hacer como trabajadores para desarrollar este “instinto creativo” ? Pues humanizar y personalizar aquello que hacemos. Estamos ligados a demasiadas normas, estándares y procedimientos. Muchas veces, lo organizativo actúa en contra de lo creativo o emocional. La creatividad adora las restricciones, claro. Pero en un punto de equilibrio.

Ahora bien, desde un punto de vista empresarial: ¿están nuestras empresas realmente preparadas para generar y mantener la ilusión y los sueños? ¿están motivadas para motivar? Mi experiencia es negativa en muchos casos, aunque se pueden ir dando pasitos en pos de ese objetivo. Es clave la libertad individual de la persona, fomentar su creatividad y desarrollo. Algo diferencial en las empresas de alto rendimiento es que tienen una filosofía arraigada de respeto al individuo: hagamos gente ganadora, permitamos que destaquen y tratemos a la gente como adultos. Demos oportunidades para que desarrollen su perfil innovador y aporten ideas al conjunto.

Será un batalla dura, os lo anticipo. Muchos trabajos no permiten ese movimiento de cintura y, en otros, la burocracia aborta cualquier impulso. Pero podemos ir por aproximaciones sucesivas.

Ilusión, sueños y perseverancia. La chispa que nos permite cambiar las cosas…

Créditos de la fotografía: qi.Thomas en Flickr (bajo licencia Creative Commons)

9 comentarios

  1. Emilio Gil says:

    En la empresa que trabajaba hasta mi jubilación, recorrí varios departamentos a petición propia, en todos los casos fue como consecuencia de que ya había aprendido lo suficiente en cada uno de ellos y también la falta de motivación por las trabas que se me ponían para hacer o desarrollar mis ideas, en muchos casos suele ser la rutina la que va mermando nuestras ilusiones.

    Estas empresas, siempre las he comparado con un enorme tren de mercancías, que para conseguir que aumente o disminuya su velocidad es necesario apretar durante mucho tiempo el acelerador y no digamos nada para poner en marcha un nuevo proyecto (como mínimo de 5 a 10 años)

  2. Insomne says:

    La cita de Saint-Exupéry me hace pensar en la Unión Europea; el proyecto original consistía en una sucesión de logros parciales empezando por la economía (primero el carbón y el acero, luego el comercio, la agricultura) y pasando luego a la política.

    Hoy la comunidad europea es un proyecto poco emocionante, por lo menos a mí no me pone nada. Al final de sus días, Jean Monnet, el principal artífice de la idea, decía que tendrían que haber empezado por la cultura, la necesidad del mar.

  3. Insomne camino de la cama says:

    Y es cierto lo que pone aquí arriba el caballero à la retraite, es la rutina la que erosiona la creatividad pero, si lo que hacemos tiene cierta envergadura, nadie escapa al trabajo plasta del día a día (o del año a año). La excepción, los críos y ese amigo tuyo tan original y tan curiosón. Claro que los niños no construyen, los niños juegan

  4. Me ilusiona que se hable de ilusión. Tengo una amiga que refleja ilusión en todo lo que hace, y por eso siempre consigue sus sueños.

    Pienso que hay un reto empresarial y social fundamental en los tiempos actuales: el conseguir que encaje el “flujo motivacional o ilusionante” de cada persona con su puesto de trabajo.

    Esto creo que es algo fundamental. Cada ser humano tiene sus propios talentos por desarrollar, si la empresa y la sociedad facilitan el “espacio” para que estos talentos germinen, este impulso creativo surgirá con ilusión en la persona, y podrá aportar al mundo sus cualidades únicas.

    Pero es la propia persona la que deja salir estas cualidades, el papel de las organizaciones es simplemente el facilitar las herramientas para que esto sea posible. Y por ello el colectivo participa de los beneficios del individuo.

    ¿Alguien conoce organizaciones con esta filosofía de “crear espacio” para el despliegue de sus miembros?

  5. […] Como decía en los comentarios, será que soy ingeniero y me gustan los datos cuantitativos o que, a veces, soy más iluso o veo las cosas con más ilusión que el resto. […]

  6. Anónimo says:

    La vida cambia según desde el punto de vista desde que se mire, si nos damos cuenta todo es igual, los que cambiamos somos nosotros. Yo he tenido un ejemplo claro de ilusión,motivación…me he comido el mundo, no he visto limites y he sido capaz de todo, mis días eran esperados y mi trabajo más que una obligación era un deseo, me sentía viva, llena, mis ojos lo mostraban, era más extrovertida, toda la ropa me sentaba genial, me sentía deseada….ahora es distinto, el motor de mi vida, mi independencia, mi mundo, ya no es mío, soy dependiente, tanto que cuando no me permiten pasar un día así, me entristezco.

    Ahora mis ojos están tristes, mi trabajo ya es un esfuerzo, no me gusta, no tengo ganas, no me visto guapa, y se me quitan las ganas de amar a mi pareja, mis miedos me inundan, mis dudas aparecen…no me siento segura de mi misma. A veces he pensado en salir corriendo, pero no puedo, busco algo que me ilusione pero estoy tan absorbida que no encuentro nada mas que esa persona que consiguió atrapar mi mundo. Estoy triste, intento disimularlo, llenar mi vida de otras cosas pero estoy tan lejos de lo que fui…

  7. […] arrasa, pero de forma positiva. A veces, llegar a la solución perfecta a la primera es difícil. Ir por aproximaciones sucesivas ayuda mucho a clarificar ese […]

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