Fracasar sí, pero mejor hacer bien las cosas a la primera

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Fracasar

Ya nadie duda que vivimos tiempos de cambio, y tenemos que adaptarnos a estos tiempos convulsos y estar permanentemente en proceso de redefinición. Dentro de ese proceso, y condicionado por esa incertidumbre, se vuelven habituales las dinámicas de ensayo-error, con la posibilidad de fracasar una y mil veces antes de alcanzar tu objetivo.

A menudo, nuestra cultura (que valora más conseguir resultados inmediatos que duraderos) aporta al fracaso una connotación negativa, mientras que otras sociedades más innovadoras lo consideran una etapa intermedia que nos acerca al éxito. Debemos ser capaces de analizar ese fracaso, aprender de él y compartir nuestra experiencia para evitar que otros y otras caigan en la misma trampa.

Fracasar no es, por tanto, algo avergonzante. La calidad y superación de la persona no está en no fallar, sino en saber reponerse de sus errores y simplemente, seguir adelante. Esto que mi amigo Guzo López me enseño hace muchos años y que los psicólogos llaman resiliencia.

Sin embargo, esa probabilidad de fracaso no debe ser una excusa ni un cheque en blanco. En mi experiencia, quienes marcan la diferencia son aquellos que son capaces de hacer las cosas bien a la primera. Son esas personas capaces de entender el problema con precisión, que analizan las opciones disponibles y tomar la mejor (o una buena decisión) incluso en escenarios desfavorables o donde no tienen todos los datos.

Puede parecer magia o simple intuición pero, sobre todo, es necesario saber “cocinar” con una pizca de foco, organización y concentración. Foco para acertar con las tareas adecuadas. Organización para planificar, realizar y finalizar las tareas que abordamos. Concentración para tomar buenas decisiones y evitar distracciones innecesarias. Ojalá no fuera así, pero el amigo Pareto arrasa: “el 20% de lo que hacemos supone el 80% de los resultados que conseguimos”. ¿Te sorprende?

Como planteaba Carina Szpilka, hacer bien las cosas a la primera, unido a un equipo comprometido y una experiencia de cliente única son algunas claves para conseguir nuestros objetivos.

Créditos de la fotografía: Celestine Chua en Flickr (bajo licencia Creative Commons)

2 comentarios

  1. […] equivocarnos, pero mejor acertar a la primera, claro. Y si nos equivocamos, al menos aprenderemos […]

  2. Me ha gustado Alfonso.
    Lo difícil de entender es que, cómo se puede preferir algo que no es correcto muchas veces. Debes ser muy concienzudo para no caer en la tentación de lo inmediato, que es el camino fácil y el que más se pide. No siempre es sencillo hacer comprender las ventajas que tiene no tomar la vía rápida.
    Con el tiempo puedes ganar confianza en tus responsabilidades, demostrando lo bien que han salido las cosas sin la solución parche y lo rápido que has podido hacer otras gracias a esa decisión.

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