Escribir a mano para afianzar mejor las ideas

2
Escribir a mano

Apareció esta semana en NYT un artículo muy interesante de Maria Konnikova sobre los beneficios de escribir a mano (vía Error 500). 

El artículo explica que, al escribir con bolígrafo, utilizamos más el cerebro que usando un teclado y esto cambia nuestras estructuras cerebrales. Tomar notas a mano obliga a escuchar activamente y sintetizar lo que es importante. Ayuda a fijar conceptos, mejora la comprensión y mantiene la mente activa. Cuando tomas apuntes con un portátil avanzas más, pero aprendes menos. Para mejorar ese aprendizaje hay que volver al bolígrafo. Algo que experimentamos empíricamente cuando volvemos a escribir a mano después de un tiempo sin hacerlo.

Escribir a mano como buena práctica

Éste es un debate antiguo. Escribir a mano, dibujar, emborronar, conectar ideas sobre papel es una buena práctica en muchos ámbitos. Incluso algunas aplicaciones tratan de reproducir el “encanto” del papel, dibujando sobre la pantalla.

En lo profesional, durante bastante tiempo, tomé mis notas en aplicaciones en la nube. Evernote o Google Docs ayudaban a matar dos pájaros de un tiro: tomabas las notas directamente en formato electrónico. Además, las podías organizar y clasificar fácilmente. Con listas de Wunderlist podíamos preparar una lista de la compra colaborativa en casa. Pero he vuelto al cuaderno y el bolígrafo para tomar notas manuscritas en reuniones y eventos.

Incluso lo he empezado a utilizar para centrar el hilo argumental de las entradas del blog. La dinámica se vuelve más agradable: escribes o dibujas las ideas principales, borras, organizas conceptos y los conectas antes de pasar por el teclado. Ayuda a centrar esas ideas y evitar distracciones. Aparte, escribir a mano potencia mi tendencia natural a dibujar (o sketchnoting, como lo llaman ahora). Si quieren practicar y ver buenos ejemplos, acudan a Sketchnote Army, toda una enciclopedia de las notas visuales.

Pienso en esto viendo a mis sobrinos utilizar la tecnología, y me pregunto si perderán estas habilidades con el (ab)uso. La tecnología nos ayuda, potencia algunas de nuestras capacidades. Pero también nos despoja de habilidades que traíamos de serie, por falta de práctica. Un buen ejemplo es la memoria: apenas somos capaces de recordar algunos números de teléfono habituales.

Es sintomático que volvamos a escribir a mano en tiempos de oficinas sin papel. En definitiva, como en tantas cosas, volvemos a los orígenes.

Créditos de la fotografía: Brett Jordan en Flickr (bajo licencia Creative Commons)

2 comentarios

  1. Totalmente de acuerdo. Todavía queda alguien que me mira y se ríe cuando saco mi BIC 4 colores, mi lápiz y mi fosforito. Tomar notas, flecha por aquí, subrayado por allá… Siempre me ha funcionado estupendamente!!

    • Efectivamente, yo también soy fan de los fluorescentes y amigo de subrayar y tomar notas (incluso en los libros). Las técnicas de estudio dejan huella.

Leave a Reply to Alfonso Romay Cancel reply