Category: Complejidad

Diferenciando entre sencillez y simplicidad

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Las habilidades de comunicación son (y serán) una competencia clave de un buen profesional. Pero, habitualmente, utilizamos de forma incorrecta el lenguaje. No es un tema trivial: si queremos comunicar sin ambigüedades debemos utilizar el vocabulario de forma adecuada. Pongamos ejemplos: ¿cuántas veces han tenido la sensación que, hablando de “innovación”, se referían a “mejora” o “evolución”? O hablando de “eficiencia” nos referimos a “eficacia” o “productividad”. O incluso hablando de “crecimiento” querían decir “competitividad”.  Dos palabras que dan mucho juego en este tema son “sencillez” y “simplicidad”. El otro día, mi amigo @JaviSagan escribía en Twitter: Es curioso cómo se complican últimamente los negocios. #simplicidad ahora más que nunca. — Javier Martínez (@javisagan) noviembre 19, 2012 ¿Significan lo mismo en castellano? Acudiendo al diccionario de la RAE, aparecen como sinónimos. Sin embargo, me parece que el matiz semántico es sutil, pero importante. Probablemente, la confusión venga de que cuando los anglosajones hablan de ‘simplicity’ lo traducimos (por comodidad) como ‘simplicidad’ en vez de darle sentido de ‘sencillez’. Una línea muy fina separa lo sencillo de lo simple, así que el matiz diferencial no es fácil de explicar. La estética referida a lo simple es pobre, mientras que la estética […]

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Job crafting, a la búsqueda de tu pasión

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Recientemente, Eva Collado compartía una reflexión sobre el cambio y la necesidad de cuestionar continuamente el modo en que haces tu trabajo. En cierta forma, me recordó a algo que llevo trabajando desde hace tiempo en mi trabajo y que leí en un artículo de Harvard: el llamado job crafting (trabajo de artesanía). Básicamente, se trata de buscar un método que puedas utilizar para trazar sus intereses, pasiones y puntos fuertes y conocer cómo alinearlos con su actividad diaria, para hacer el trabajo más atractivo. En una palabra: convertir tu trabajo en el que te gustaría que fuera. En el fondo, se trata de desarrollar tu trabajo desde un punto de vista más significativo y gratificante. Y se trata de una técnica en “positivo”: te centras en qué sabes hacer mejor, cómo aplicarlo y cómo hacerlo continuamente. Exactamente de esto habla Ken Robinson en “El Elemento”, el último libro que estoy leyendo: Ken Robinson define ese elemento como el punto de encuentro entre nuestras habilidades naturales y las inclinaciones personales. Cada persona está dotada para determinadas actividades y tareas; descubrirlas es vital. Pero sólo generan un torrente de energía cuando se combinan con una inclinación personal. Cuando uno descubre su elemento, el nivel de satisfacción […]

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Creatividad y empresa

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De la conversación con Franc Ponti y mi amigo Guzmán (que estrena blog sobre creatividad y psicología positiva), estuve reflexionando algunas cosas sobre la creatividad en las organizaciones. En un mundo tan diverso y complejo, es necesario buscar vías para aumentar cierta cultura creativa y las organizaciones demandan esta capacidad a sus profesionales. La creatividad surge como estrategia frente al reto de la globalización y la competitividad. No es papel mojado, crear es hacer, como dice Edward de Bono en su artículo “Weak Business Ideas”. Sin embargo, la creatividad tiene un componente que reacciona fatal con cierta cultura empresarial: la incertidumbre. La realidad es que, en muchas ocasiones, las organizaciones no quieren “nuevas ideas”. Sólo quieren “nuevas ideas que funcionen y permitan ganar dinero”. ¿ Y en las entidades públicas ? Pues si tienes presupuesto, adelante. En caso contrario, guarda tu despensa de inspiración hasta el año que viene. Creatividad y empresa no siempre encajan con suavidad. Lamentablemente, los efectos de una cultura creativa son difíciles de correlacionar con la cuenta de resultados. Créditos de la fotografía: opensourceway en Flickr (bajo licencia Creative Commons)

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Entornos autorregulados y las lecciones de los semáforos

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En Drachten, una pequeña ciudad holandesa de 50.000 habitantes, han decidido sustituir semáforos por… amabilidad. El modelo que plantea es interesante: basar el funcionamiento de un sistema complejo en el criterio autorregulado de sus miembros, confiar en la administración en los ciudadanos. Los cruces principales han sido transformados en rotondas, mientras que la preferencia en el resto de los cruces queda al albedrío de sus viandantes. Básicamente: la anarquía. Anarquía que ha eliminado accidentes graves y atropellos, al tiempo que ha propiciado un incremento del tráfico de bicicletas y peatones. Entornos autorregulados. En lugar de seguir reglas rígidas, cada elemento del sistema se hacen responsable tanto de su seguridad como de la de los demás. El resultado de esta estrategia es un conductor más cauteloso, más civilizado y mucho menos frustrado en la conducción. En el tratamiento de sistemas complejos, lo importante no es el protocolo estático de control de la calidad del resultado final sino crear la dinámica que con alta probabilidad garantice la emergencia de la calidad. El respeto es el único elemento regulador del sistema. En realidad, este sistema de autorregulación caótico, anárquico y dinámico no es muy diferente del proceso que sigue la Wikipedia o los peer […]

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Tomando decisiones complejas

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Cuando hablaba de entender que la tecnología es un medio y no un fin pensaba, entre otras cosas, en la Inteligencia empresarial (BI). Para los profanos, es un conjunto de procesos y sistemas analíticos que ayudan a las organizaciones en la toma de decisiones complejas, es decir, en crear conocimiento a partir de datos. Las personas que toman las decisiones necesitan acceder rápida y fácilmente a la información de la empresa. Ejemplos: crear una base de datos de clientes, prever ventas y devoluciones, compartir información entre diferentes departamentos, mejorar el servicio al cliente… Por eso me ha resultado interesante el artículo “Business Intelligence: mito o realidad” donde se tratan muchos temas tecnológicos: Las Tecnologías de la Información (TI) han cambiado sustancialmente la forma de hacer negocios de las empresas. En un entorno, donde la competitividad, la globalización, la consolidación de industrias, un ciclo de vida más corto de los productos, time-to-market cada vez más decisivo, saturación de mercados, etc., la información, y sobre todo, el conocimiento, juega cada vez un papel más preponderante. La información referente a mercados, competidores, clientes, el rendimiento de la propia compañía, se ha convertido en un recurso clave. El problema radica en que las empresas disponen de una […]

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