Dirigir personas: el factor emocional
Leo un artículo de Álex Rovira acerca de las relaciones jefe-colaborador, y cómo un buen superior puede facilitar la consecución de objetivos, ayudando a que las cosas salgan mejor, minimizando las complicaciones y los conflictos. Me ha impactado bastante un dato: en España, el 50% de los trabajadores consideran que su jefe no está capacitado para dirigir personas y un 36% “declara que duda seriamente de su salud mental”. Destaca el artículo que las causas principales de tan singular opinión son: La “falta de respeto” que se manifiesta en malas formas, desprecios o salidas de tono. La prepotencia y sus derivaciones La “falta de escucha” Incompetencia por falta de preparación o desorganización Otros: falta de apoyo, falta de coraje, ausencia de confianza, no implicación, etc. Todo esto genera un clima que, a la larga, provoca que disminuya la creatividad, el talento y la motivación de los equipos. Por mi parte, he tenido bastante suerte. Mi carrera profesional la he desarrollado desde el principio en la misma empresa, en mi ciudad. Ambas cosas son extrañas en el mundo de la consultoría, pues el índice de rotación de personal es elevado. Mi jefe siempre se ha preocupado de nuestro desarrollo, nos ha pedido […]