2013, transición entre pasado y futuro
Hace mucho tiempo que no hago balance escrito del año, y creo que es buen momento. Como le ocurre a Amalio, mi impresión es que 2013 ha sido de transición entre pasado y futuro, una travesía hacia el Norte coincidiendo con un hecho excepcional: después de quince años, decidí abrir una nueva etapa profesional. Algo deseado durante bastante tiempo, pero que se concretó este año. No sin cierto vértigo, más por desconocimiento que por miedo. En la esfera profesional, estoy razonablemente satisfecho. He trabajado mucho estos últimos seis meses, pero de forma muy diferente. Al principio, algo que pretendía con el cambio era evitar la dispersión y enfocarme en menos proyectos, quizá más grandes, pero con tiempo para construir algo sostenible, y hacer las cosas bien. Y, como explicaba Jason Fried, he tenido la suerte de encontrar dos proyectos: uno importante y otro interesante. Y digo encontrar, porque explorar te lleva casi siempre a territorios desconocidos. El proyecto importante requiere de toda mi atención, es mi foco permanente. Un reto de desarrollo técnico, que está suponiendo un gran aprendizaje con una empresa industrial como Pihasa, teniendo la suerte de trabajar con un gerente atípico como Daniel Cuñado. La confianza que […]