Ciudadanos hackers: actuar hace la diferencia

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Ciudadanos hackers

Esta semana me asombró (y me encantó, claro) el post “Declaración de independencia de la blogosfera: por los ciudadanos hackers” de Juan Freire. Juan, a quien tuve el gusto de conocer este Junio, es un profesor/investigador/emprendedor coruñés con una clarividencia fuera de lo común.

Hacen falta ciudadanos hackers. Manuel Castells lo explicó perfectamente en su conferencia “Hackers, crackers, seguridad y libertad”:

“Los hackers y su cultura son una de las fuentes esenciales de la invención y continuo desarrollo de Internet. Los hackers no son lo que los medios de comunicación o los gobiernos dicen que son. Son, simplemente, personas con conocimientos técnicos informáticos cuya pasión es inventar programas y desarrollar formas nuevas de procesamiento de información y comunicación electrónica (Levy, 1984; Raymond, 1999).

Para ellos, el valor supremo es la innovación tecnológica informática. Y, por tanto, necesitan también libertad. Libertad de acceso a los códigos fuente, libertad de acceso a la red, libertad de comunicación con otros hackers, espíritu de colaboración y de generosidad (poner a disposición de la comunidad de hackers todo lo que se sabe, y, en reciprocidad, recibir el mismo tratamiento de cualquier colega).”

La cultura hacker se organiza en redes de colaboración. Como dice Juan: “Tu fuerza, la de todos, está en unir el poder de muchos al valor del individuo”. Y no visto como grupos de presión o lobbies ciudadanos, sino como ciudadanos que colaboran/colaboramos en pos del progreso de sus comunidades, en mejorar las condiciones, en mantener una autocrítica que construya, en adoptar actitudes acordes con la matriz cultural de esta era de la información.

Por encima de todo, la información es un bien compartido al que debemos tener libre acceso. Y participamos en la comunidad de modo altruista, sin pensar en el beneficio propio, sino en el común: colaborando en asociaciones y proyectos, realizando trabajo comunitario, escribiendo un blog, replanteando las cosas una y otra vez, manifestándonos en contra o a favor según nuestras propias creencias, presentando sugerencias de mejora para la comunidad, etc. Pero, sobre todo, siendo honestos y transparentes.

El ciudadano hacker muestra curiosidad por los asuntos públicos y participa con entusiasmo en aquellos que son de su interés. Se integra en redes y cuida de sus redes.

El otro día, una amiga me preguntó qué me impulsaba a tener un blog, a participar en este circo de tres pistas. Ya tengo una respuesta: Actuar hace la diferencia. Está en nuestras manos, en manos de ciudadanos hackers.

Créditos de la fotografía: Luc Viatour en Flickr (bajo licencia Creative Commons)

5 comentarios

  1. Bien visto: actuar hace la diferencia. No existe el hacker contemplativo.

  2. […] controlar las emociones no significa anularlas, porque son la energía que nos mueve a la acción (actuar hace la diferencia, ¿ recordáis ?). Se trata de expresar las emociones en el lugar y momento preciso. Cuando hay que […]

  3. […] los blogs no somos únicamente denuncia sino también acción e iniciativa, y puesto que actuar hace la diferencia, prepararemos sugerencias que faciliten las acciones de los ciudadanos en el portal, con el […]

  4. […] vale hacer crítica sin hacer propuestas. De nuevo, actuar hace la diferencia. Y su propuesta es clara: establecer un límite a partir del cual preservar las montañas. En el […]

  5. […] Estamos dando los primeros pasos, pero reviven la idea de soberanía popular, de un cierto “republicanismo cívico” (como lo denomina Hilder) que permite un enfoque autoorganizado donde el ciudadano puede colaborar y participar. Ciudadanos hackers que actúan. […]