El discreto encanto de lo pequeño

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El discreto encanto de lo pequeño

Durante la segunda edición del Salmueras&Blogs comentamos el tema de las ventajas e inconvenientes de las empresas pequeñas. Algunos defendían las ventajas de trabajar en empresas grandes frente a las pequeñas. Yo, que soy un gran defensor de las PYMEs, defendía en cambio una posición distinta.

Empezando por los números, las PYMEs representan el 90% del tejido empresarial español, lo cual significa que en términos absolutos son el principal motor generador de riqueza. Injustamente tratadas en los grandes periódicos económicos, dicho sea de paso. Dicho esto, es evidente que las grandes tienen más recursos, reconocimiento (para el trabajador) y beneficios que permiten atraer talento. Pero más grande no siempre significa mejor: es un mito que la gente más brillante termina siempre en las grandes corporaciones. Existen profesionales (pocos todavía) dispuestos a apostar por su sueño, su trabajo personal. Ahí tenemos el ejemplo de Robert Scoble, que ha dejado Microsoft y se ha pasado a una start-up tecnológica. Por otro lado, es otro mito que los mejores empleos están en las organizaciones más grandes.

Como trabajador de una PYME (más P que M) y trabajando de consultor en empresas medias y grandes, se perciben ciertos aspectos positivos en los entornos reducidos. Intentaré explicarlos:

  • Posibilidad de cambiar las cosas: a pesar de los recursos necesarios, cada vez más empresas pequeñas son capaces de innovar a niveles de las grandes. Como comentaba Eduardo Manchón hace tiempo, “en Internet no hace falta ser grande para competir con los grandes. La innovación, la base y futuro de cualquier proyecto online, es más lenta cuanto mayor es el tamaño de la organización.”
  • Flexibilidad y agilidad ante la situación del mercado: La agilidad para el aprendizaje que permite estar al día de los nuevos conocimientos, la rapidez para introducir cambios frente a la excesiva e ineficiente burocracia, la capacidad de tomar decisiones y la posibilidad de trabajar con presupuestos limitados son la ventaja competitiva de las empresas pequeñas.
  • Polivalencia: Una de las grandes ventajas de trabajar en una pyme, sobre todo en los primeros años de experiencia laboral, es la posibilidad de disponer de lo que se denomina un puesto horizontal, esto es, conocer más áreas aunque más pequeñas. Desempeñar tus funciones en una pyme requiere una gran polivalencia para ser útil en departamentos muy diferentes. Sin embargo, en una gran empresa las tareas suelen estar muy bien delimitadas, lo que puede derivar en falta de perspectiva y de aportación al conjunto (“el árbol no te deja ver el bosque”)
  • Estabilidad laboral: se oye hablar mucho de ERE, despidos masivos, deslocalización… vinculados casi siempre a grandes multinacionales. Las pymes ofrecen entornos más estables de trabajo, ya que generalmente no despiden a sus empleados a no ser que la empresa quiebre.
  • Mayor cohesión y ambiente “familiar”: En una PYME, las relaciones entre trabajadores y jefes son mucho más familiares que en una grande. Es mucho más fácil que las organizaciones conozcan y consideren el componente humano de sus empleados: objetivos personales, problemas, inquietudes, aspiraciones (no sólo económicas), temores… El sentido de trabajo en equipo adquiere una dimensión diferente.
  • Perspectivas laborales: Sí, ya sé que sorprende. Pero las posibilidades de promoción, desarrollo y de ganar un sueldo alto no son exclusivas de las grandes. Cada vez más PYMEs son proactivas a la inversión (y no gasto) de desarrollo profesional y personal de sus trabajadores. “Challenge to grow” le llaman los americanos.

En definitiva, un “pequeño” lujo (si caes en el lugar adecuado). De todos modos, conviene puntualizar que, más que el tamaño, lo que importa es la filosofía y actitud de la empresa y de quienes la gestionan. Ése es el verdadero nudo gordiano del asunto.

Créditos de la fotografía: Nisha A en Flickr (bajo licencia Creative Commons)

10 comentarios

  1. Yo sólo diré, como me enseñó el padre de un amigo mio, que “la mejor empresa es en la que no se ve al jefe”.

    Y no haré más declaraciones ;-)

  2. Telémaco says:

    Estoy de acuerdo con la lista de ventajas, pero especialmente con tu último párrafo.

    Porque conozco PYMES que un exceso de vanidad (de sus lideres) quieren ser grandes e imitan los comportamientos de las grandes corporaciones (especialmente los negativos).

    Y también en teoría podría existir lo contrario, una gran empresa que se deshiciese de la burocracia, lentitud, despersonalización y se hiciese ágil. Es muy difícil pero sería lo ideal, porque se tendrían muchos recursos disponibles, una gran posibilidad de sinergias y filosofía y actitudes de PYME.

  3. Gran Pitufo says:

    Totalmente de acuerdo. Trabajo de investigador en una empresa gordota gordota. Y en mi caso en todos los puntos aciertas, excepto en la polivalencia, precisamente a causa del punto siguiente: Desde que echaron a la mitad de la plantilla la gente ha pasado a ser polivalente a la fuerza, porque siempre hay demasiados fuegos que apagar. Y las perspectivas de ascenso, en esta empresa son pocas y siempre están copadas por los nativos país donde nació la “multinacional”.

    En cambio, conozco gente muy talentosa que formó empresas pequeñas en Gerona, y en todos los puntos que indicas están mejor que yo.

  4. Tribaldo says:

    Creo que falta un punto importante, el de la comunicación.
    Y ya sabemos lo que ocurre en las empresas grandes: suele no existir, ser deficiente o ser unidireccional.

    • Tribaldo,

      Tienes toda la razón: he visto fallar proyectos muy interesantes en empresas medias/grandes por falta de comunicación y por no involucrar a los participantes. En las pequeñas, esto es más sencillo: probablemente, a quien tienes que involucrar lo tienes a unos pasos de ti. La cercanía hace el cariño ;-)

      PD: Por cierto, gracias por la referencia. Lástima no poder leer euskera ;-(

  5. Alicia Urrea says:

    Ayer justo hablaba de esto con mi jefe… De cómo muchas veces las empresas grandes tienen que subcontratar proyectos a Pymes, porque cuando una gran empresa se burocratiza ya no hay quién la mueva. Ergo, más pasta seguramente en una grande, pero más eficiencia y creatividad en una pequeña…. Como en todo…

  6. […] de trabajar para las grandes organizaciones (estabilidad, seguridad económica, formación, etc.) sin tener que renunciar a los beneficios de las más pequeñas, como son la libertad y la flexibilidad? El kilómetro cero del futuro está en el uso que le demos […]

  7. […] el “qué” que se olvidan demasiadas veces del “cómo”. Es por eso que lo pequeño también tiene encanto: cuando la distancia (y no hablo sólo de la distancia física) es corta en todas las direcciones, […]

  8. […] generalizada. Pero siempre existen alternativas. Ya saben que, para muchas cosas, aquí preferimos el discreto encanto de lo pequeño y de los complementos. También en el universo estartapil americano encuentras empresas que […]